La Organización panamericana de Salud (OPS) alertó por el aumento de casos y señalo que los países afectados deben intensificar los esfuerzos para que no se repita la crisis del año pasado. Es imprescindible que el Estado Nacional y las jurisdicciones fortalezcan las políticas destinadas a la prevención y control.
Mientras especialistas en brotes y epidemia de dengue alertan por un nuevo aumento de la enfermedad cuando las temperaturas aumenten, las medidas llevadas adelante aún se consideran que son reducidas y desparejas entre las diferentes jurisdicciones. Las cifras de contagios del primer semestre ya son mayores a las del año pasado, previo a lo que fue el peor brote de la historia en la Argentina.
En febrero, la OPS emitió una alerta epidemiológica a partir del enorme aumento de casos en la región y llamó a los Estados a que intensifiquen distintas acciones: vigilancia, diagnóstico precoz, tratamiento, control del mosquito AEDES AEGYPTI, así como la incorporación de medidas para el manejo adecuado de los pacientes para prevenir complicaciones y muertes. Nueve meses después de ese alerta, la realidad nos dice que cada jurisdicción se sostiene en materia de salud, con los recursos disponibles.
Es necesario que el Ministerio de Salud de la Nación acompañe las necesidades de las distintas jurisdicciones, para avanzar en el plan de vacunación tal como lo sugiere la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIm), y desarrollar políticas para que las jurisdicciones puedan realizar un adecuado seguimiento de casos graves para reducir los índices de contagio y letalidad.
LAS INSTITUCIONES DE SALUD ANTE UN BROTE DE DENGUE
Ante un brote de dengue es clave reorganizar los servicios de salud para dar una respuesta más efectiva al creciente número de personas que acude masivamente a las unidades de salud lo que pone en riesgo la capacidad de respuesta del sistema sanitario. El manejo de las personas enfermas por dengue en contextos de brote o epidemia involucra factores administrativos que son tan necesarios como los clínicos para garantizar la atención adecuada, oportuna y de calidad que minimice el riesgo de evolución a formas graves y fatales de la enfermedad.
Debe disponerse en los centros de atención de un área designada para las personas con dengue, y una unidad o área de cuidados especiales para realizar un seguimiento más estricto. Estas unidades deben contar con personal (médico/as y enfermeros/as) capacitado y en número suficiente para reconocer a aquellas personas con mayor riesgo e instaurar el tratamiento y seguimiento apropiados.
Es importante destacar que en todos los niveles de atención deberá evitarse que las personas que se encuentran en el periodo de viremia (fase febril) sean picadas por mosquitos, aún si no tienen diagnóstico ni resultado positivo de laboratorio. Para ello, se sugiere disponer de mosquiteros en las ventanas, colocar tules en las camas, camillas y cunas y disponer de repelentes asegurando su aplicación al menos al momento de ingreso al establecimiento.
RECURSOS MATERIALES Y HUMANOS EN DIFERENTES NIVELES DE ATENCIÒN | |
PERSONAL CAPACITADO | RECURSOS MATERIALES |
PARA LOGRAR ATENCIÒN OPORTUNA, DE CALIDAD Y ADECUADA. FORMACIÒN E INFORMACIÒN ACTUALIZADA. | NECESARIO CONTAR CON TENSIOMETRO, SOLUCIONES DE REHIDRATACIÒN ORAL, SOLUCIONES CRISTALOIDES ISOTONICAS (RINGER LACTATO O EN SU DEFECTO SOLUCIÒN FISIOLOGICA), PARACETAMOL, ANTIHISTAMINICOS, ANALGESICOS, MOSQUITEROS Y REPELENTES. |
HERRAMIENTAS PARA EL REGISTRO DE INFORMACIÒN CLINICA COMPLETA Y LEGIBLE. | MATERIAL INFORMATIVO SIMPLE Y CONCISO PARA LAS PERSONAS CON DENGUE Y SUS FAMILIARES.FUNDAMENTAL PARA LA DETECCIÒN DE SIGNOS DE ALARMA |
LA IMPORTANCIA DEL TRIAGE EN UNIDADES DE SALUD
El “Triage” es el proceso de clasificación rápida de personas que demandan atención inmediatamente después de su arribo al establecimiento de salud, destinado a identificar la gravedad del cuadro y el grupo de tratamiento al que corresponde cada caso. Se ha demostrado que reducir los tiempos de espera es un factor que contribuye a evitar las muertes por dengue. En la atención inicial de una persona con cuadro compatible con dengue la valoración clínica es fundamental y no debe retrasarse por falta de capacidad diagnóstica o laboratorial (por ejemplo: falta de insumos, de reactivos, personal exclusivo para extracción de sangre, etc.).
ORGANIZACIÓN DE LOS NIVELES DE ATENCIÓN DE SALUD
PRIMER NIVEL: Orientado a centros y puestos de salud.
Para reducir la letalidad por dengue se requiere garantizar el cumplimiento de acciones prioritarias en la atención de los pacientes:
- a) Realizar un diagnóstico clínico de manera temprana.
- b) Reconocer oportunamente los signos de alarma.
- c) Clasificar la gravedad del caso y establecer el tratamiento correcto de los pacientes.
- d) Resaltar la importancia de los signos de alarma y los cuidados domiciliarios tanto al paciente como a su núcleo familiar.
- e) Derivar oportunamente a un mayor nivel de complejidad según se considere necesario.
- f) Notificar de forma inmediata al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0). En momentos de alta demanda, la notificación de casos leves de dengue se realiza de forma abreviada utilizando la siguiente ficha: https://bancos.salud.gob.ar/recurso/fichaepidemiologica-en-escenario-de-brote-dengue-y-chikungunya-no-hospitalizados
- g) Seguimiento/acompañamiento programado y oportuno.
La derivación de pacientes, es una tarea fundamental en el proceso de coordinación asistencial de la red de servicios de salud, y por lo tanto, debe funcionar adecuadamente para salvar vidas, con criterios de referencia hacia un segundo nivel:
- Dengue con signos de alarma
- Dengue grave
- Intolerancia a la vía oral
- Dificultad respiratoria
- Hipotensión arterial
- Insuficiencia renal aguda
- Embarazo
- Coagulopatía
- Estado de hipoperfusión (relleno capilar enlentecido, oliguria, taquicardia, hipotensión arterial).
- Otras condiciones de hospitalización según los recursos disponibles (comorbilidades, extremos de la vida -menores de 1 año y mayores de 65 años- y riesgo social).
Condiciones mínimas para la derivación adecuada y segura:
- Asegurar que los pacientes se encuentren hemodinámicamente estables.
- Garantizar unidades de traslado adecuadas a la complejidad del paciente. Se debe tomar en cuenta la distancia y tiempo de traslado, además de contar con los insumos apropiados.
- Durante el traslado el personal de salud debe realizar el monitoreo constante. Un paciente con dengue nunca debe ir solo durante un traslado.
- Asegurar una comunicación fluida entre el centro derivante y el receptor.
SEGUNDO NIVEL: Orientado a hospitales y centros de mayor complejidad.
Por tener una capacidad de resolución más alta, deberá estar reservado para la atención de pacientes con dengue que requiera un manejo más complejo. Allí se incluyen los grupos de tratamiento para pacientes críticos.
FUNCIONES DEL SEGUNDO NIVEL DE ATENCIÓN:
- a) Garantizar la disponibilidad de camas para los pacientes que cumplan criterios de hospitalización.
- b) Disponer de personal de la salud entrenado para reconocer a los pacientes en alto riesgo.
- c) Clasificar la gravedad del caso y establecer el tratamiento correcto según la categoría de intervención.
- d) Procurar el diagnóstico por laboratorio de todos los casos hospitalizados y fallecidos.
- e) Considerar que todos los casos hospitalizados y los casos fallecidos deben ser notificados al SNVS 2.0 de forma completa, con énfasis en la información clínica, utilizando la siguiente ficha: https://bancos.salud.gob.ar/recurso/sindrome-febril-agudo-inespecifico-sfai-area-noendemica
CONCLUSÍON:
La amenaza constante del dengue en nuestra región nos coloca ante la necesidad de tomar decisiones coordinadas y efectivas. El aumento sostenido de casos y la advertencia de organismos internacionales como la OPS no pueden ser ignorados. La capacidad de respuesta de nuestras instituciones de salud debe fortalecerse desde todos los niveles, con recursos adecuados y personal capacitado, pero también con una visión estratégica que trascienda las acciones aisladas.
Creo que es crucial convocar a una mesa local interdisciplinaria que reúna a especialistas en salud, autoridades locales y representantes comunitarios para trazar un camino conjunto. Solo a través de la planificación integrada y el trabajo en equipo podremos enfrentar los desafíos de esta epidemia con respuestas sólidas y articuladas. Este espacio no solo debe servir para coordinar acciones inmediatas, sino también para diseñar políticas que aseguren la prevención, la atención equitativa y el control de futuros brotes.
El momento de actuar es ahora. La experiencia nos ha enseñado la importancia de la planificación en el control de la salud. Es hora de trabajar juntos para proteger la salud de nuestras comunidades y construir un sistema sanitario resiliente, preparado para los desafíos de hoy y del futuro.